lunes, 27 de julio de 2015

sábado, 3 de enero de 2015

LA NOCHE Y EL DÍA--ALDO TIBAUDÍN

ALDO TIBAUDIN

LA NOCHE Y EL DÍA
                                     Para la directora Marta Iglesias de Beherens,
                                      Vicedirectora Beatriz Melieni, personal docente
                                       y técnico del Instituto San Martín de los Andes,
                                        A 773, de Capital Federal,
                                                                                       Con cariño.
El Día y la Noche una vez decidieron comer juntos. Fueron a un restaurante muy elegante que había en París y pidieron la lista de comidas.
El Día leyó un largo rato y luego, como entrada, eligió tomates con perejil.  La Noche en cambio pidió cebollas con zanahorias.
El Día la miró con cara de extrañado y le dijo:
-¿Cómo de entrada puede usted comer eso?
-Me gusta porque crecen debajo de la tierra donde está oscuro como soy yo. Y prosiguió: a mí me extraña su pedido.
-Pedí  tomates y perejil porque crecen a la luz del sol.
A continuación comieron en silencio cada cual lo que había pedido. Después el Día pidió una sopa de girasol y copa de árboles. La Noche sopa de batatas, remolachas  y raíces de quebracho y como postre, flores de Dama de noche.
El Día  la miró con cara de pocos amigos y le reprochó tan ridículo menú.  La noche a su vez le dijo que lo que él pidió era de lo más absurdo que había escuchado de su vida.
-Las cosas que viven en la oscuridad son sanas e inofensivas- dijo la Noche-si no, mire usted el topo qué animalito bueno. En cambio el león, el tigre y sus demás hermanos son sanguinarios.
-Si, pero no dejará de reconocer-dijo el Día-que los robos y otros actos de violencia se cometen en las sombras de la noche.
-De noche escriben lo poetas y se reparan las fuerzas muchas veces gastadas durante el día.
-De noche los niños lloran cuando usted está sin luna. En cambio juegan en las plazas y van al campo o al mar de excursión cuando yo reino y el sol brilla en todo su esplendor.
-Veo que usted es un mal educado y que ni siquiera respeto por las damas tiene, “señor Día”.
-Usted es agresiva y por eso me ataca.
La Noche se levantó e indignada y sin siquiera saludar se fue a su reino. Y desde entonces, no volvió a ser amiga del Día.
Cuando al amanecer y al atardecer se encuentran, por obligación, la Noche le dice con cierta ironía:
-¡BUENAS NOCHES!
Y el Día la responde:
 -¡BUENOS DÍAS!                                          


                                                                    

ARCO IRIS--SILVIA SERRA DAVISON



Estaba caminando por la costa, rumiando eterno descontento, miraba el mar grandioso, arrogante, misterioso…, no lograba calmar mi enojo.
A lo lejos entre nubes y azules en el cielo se destacó un arco iris, imponente en su cálida belleza. Asombrada, pues siempre causa asombro, a pesar de los siglos que tiene, pues el Señor lo puso en el cielo como promesa que nunca más el agua y el diluvio nos iba a destruir, calmó mi enojo.
Una sonrisa se dibujó en mi boca. Llamó la atención a otros turistas trajinantes y allí quedamos observando el cielo. Todos sonreíamos…Nos separamos amablemente siguiendo nuestros caminos; nos sentimos limpios.
Estoy segura que desde el cielo Alguien sonrió con nosotros.
( Este trabajo va en la página “Desde las estrellas” junto con “La Noche y El Día”, de Aldo Tibaudin)


Interpretaciones  musicales

Dúo PASCUZZO- ARAYA (guitarra- flauta) – y la voz del maestro Cucuza Castiello
-          “Fumando espero” -  Juan Viladomat Masanas y letra de Félix Garzo
-          “Soledad” – Gardel y Le Pera
-          “Sueño de juventud” - Enrique Santos Discepolo
-          “Madreselva” -  Luis Cesar Amadori
-          “Y no puedo olvidarte” – Armando cupo y Mario Aznar

                    ¡Cálidas felicitaciones!
              

               

LUNA OCULTA--MARTHA DESPERBASQUES




Dime, amor, cuál es la noche,
la límpida noche nuestra
que, sorprendida por otras,
debe arrojar sus estrellas
sobre el reflujo lunar
para evitar la sospecha.

Ha reservado un lucero
en auroras turbulentas,
y pluraliza sus alas
que dormitan siempre inquietas
porque ocultan, tras la bruma,
juegos de ocaso y praderas.

Cada atardecer asiste
blanquecinas penitencias,
y el azabache lo esquiva
cumpliendo, así, la promesa
de no columpiar la luna
si de este amor es ajena.

En la penumbra se abrazan
el lejos con el más cerca,
y se hace llanto el susurro
que llora sobre la senda,
y en cada lágrima brilla
la casta noche en espera…

Dime, amor, aunque me engañes,
dime qué noche es ésta!        



TODO LLEGA-- MARÍA TERESA BRUGUÉS




No eran ricos de alcurnia ni tenían títulos nobiliarios, simple y llanamente eran inmigrantes que, con talento y empuje, habían logrado una fortuna que les permitía vivir holgadamente.
Francisco Vallejos seguía siendo el mismo bonachón a pesar de sus trajes a medida y sus buenas corbatas. Pero Micaela, su esposa, nol Se había mimetizado tanto con su nueva posición económica, que una amnesia discretamente manejada, le había hecho olvidar sus orígenes. Mucama (una muchacha muy bonita que hacía la limpieza) y cocinera (una amiga del pueblo que había llegado a pedir ayuda) quiso también tener chofer pero Francisco gritó un terrible ¡NO!, que hizo trepidar la casa.
Ese día partían en viaje de placer a España, les inundaba ei corazón una dicha tan grande que parecían dos chiquillos.
El hijo Juan Carlos cuidaría como siempre la fábrica (que manejaba con su padre).
¡Ay! suspiraba Micaela cuando hablaba de su hijo "tiene treinta años y ninguna mujerzuela ha podido separarlo de mí, bueno de nosotros. ¿Qué apuro tiene, verdad?
La hija Mercedes, ya casada y con dos hijos, cumpliría la misión de cuidar la casa paterna y hacer cumplir una larga lista de recomendaciones.
Ya han pasado seis meses y ¡os Vallejos vuelven de su viaje.
Y de acuerdo a la teoría de la relatividad del tiempo, para los hijos el viaje había resultado muy breve se terminaba la paz y las risas alegres. Volverían al ritmo de Micaela, que resultaba un tanto absorbente.
A Juan Carlos, el viaje de sus padres le había permitido pensar con más claridad y consideró que había llegado el momento de independizarse como "hijo". No podía dilatarlo más tenía quedar la noticia. Sus padres tenían que conocer a la mujer de sus sueños. Susana Giraldez una señorita
de familia estudiante y que para pagar sus estudios trabajaba de mucama.
Como decirle a su madre la noticia sin provocar la tercera guerra mundial?....NO!!!, tenía que ser hombre defender sus derechos y esta vez no permitir que frustrara sus ilusiones.
Había pasado una semana de la llegada, este era el momento El sábado su madre haría una fiesta para sus amistades y él se aparecería con "ella".
La sorpresa de Micaela fue tan impensada que lo descolocó.
Cuando su madre logró acaparar la atención de la fiesta , desplegó todas sus armas de mamá buena y cariñosa, se la sentó a su lado y comenzó un sutil interrogatorio digno del mejor agente secreto del Pentágono.
Así supo que trabajaba de mucama y allí se obnubiló al punto que cuando la dulce niña dijo que estudiaba no la escuchó.
La fiesta llegó a su fin. Juan Carlos acompañó a Susana a su casa. Pasadas unas tres horas muy en silencio entró a su casa, y en el living.... estaba su mamaíta esperándolo.
Las palabras le salían de su boca a borbotones, con una precisión digna del mejor historiador. Comenzó a recordarle desde el primer pañal hasta los sacrificios de sus padres para que estudiara Contaduría y luego Administración de Empresas y que a su debido tiempo sería el heredero de toda la Empresa fundada por su padre..., cuarenta minutos después terminó con un hilo de voz y un llanto tan abundante que bien podría haber mojado las alfombras si no hubiera llegado el abrazo de su hijo.
Juan Carlos quiso pero no pudo, decirle que también estudiaba.
Micaela al mejor estilo de una gran artista dramática, dijo: "...no me sacrifiqué tanto para que mi hijo se case con una mucama..."Dicho esto subió a su dormitorio y Juan Carlos terminó como siempre sentado con la cabeza entre las manos sin saber qué hacer.
El noviazgo había sido intenso a! punto que pensaban casarse ese año, pero aún así quedó trunco. Aséis meses de la ruptura Juan Carlos viajó a Londres a firmar un contrato para la fábrica.
Han pasado varios años Juan Carlos nunca se casó. Micaela enfermó, su corazón se afectó por la partida de Francisco, su hija Mercedes se radicó en otro país con su grupo familiar y los años que pasan inexorablemente para todos, la habían vencido. La casa ya era grande y silenciosa faltaban demasiadas voces.
El médico, recomendó internación. Como era de imaginar, el mejor sanatorio, o por lo menos, el más costoso.
Una habitación cálida y agradable, y su médico, que deseaba llevarle tranquilidad, le dijo: "La dejo con la mejor doctora que tiene el Sanatorio, ella sabrá aliviarla y a usted le va a gustar".
Doctora Susana Giraldes, Micaela Vallejos su paciente.

Las miradas de asombro se cruzaron y al chocar, produjeron un estruendo tan grande... pero que solo ellas escucharon.

CUANDO CALLE TU VOZ--MARÍA CRISTINA DALBES

..



Cuando calle tu voz
se ha de callar la vida
y un rodar de murallas
del mundo ha de quedar

multiplicando oficios
en calidad de espacio
exigiendo del alba ese gris fantasmal

mientras mueren las milvas de los viejos caminos
en selvas y gemidos
por siempre quedarás....

como una arteria abierta a las cosas del alma

las últimas plegarias llegarán... llegarán...